El pie diabético es una alteración clínica que afecta a los nervios, en la que puede producir lesiones o ulceraciones en los pies. En un gran porcentaje de esta lesión, el factor que la causa es la diabetes que afecta al paciente.
La diabetes es una enfermedad crónica que afecta aproximadamente al 4% de la población española. Esta enfermedad produce un aumento importante de los niveles de glucosa en la sangre, al haber escasez de secreción de insulina.
Esta insulina, segregada por el páncreas, hace que al no haber suficiente en la sangre, la glucosa permanezca en la sangre y de ahí que se produzcan los niveles tan altos.
Vamos a ve con más detalle todo lo relacionado con dicha enfermedad:
El pie diabético, se puede considerar una infección, o más bien una destrucción de los tejidos profundos que están relacionados con las alteraciones neurológicas. Las personas que la padecen no sienten las heridas que se le van formando en los pies, ya que sus niveles de azúcar en sangre son tan altos, que con el tiempo se dañan sus nervios o vasos sanguíneos, lo que provoca que pierdan la sensación en los pies, no sintiendo dichas heridas.
Desgraciadamente, muchas de las personas que padecen dicha lesión, sus heridas o infecciones son muy difíciles de curar, o tardan mucho más en terminar de cicatrizar, por lo que en muchos casos hay que llegar hasta la amputación.
Hay dos tipos de causas que pueden llegar a provocar las lesiones en el pie diabético, y son las siguientes:
– Neuropatía periférica: afecta al sistema nervioso, y ocasiona la perdida parcial, incluso total de la sensibilidad en el pie. De esta forma, el paciente no siente dolor, por lo que no nota las lesiones. Esto hace que se pierda la función de los músculos intrínsecos del pie, favoreciendo así la aparición de deformidades, lo que predispone así a roces y cambios en la distribución de los apoyos del pie al caminar. También produce sequedad de la piel y atrofia de la misma, dando lugar a grietas.
– Vasculopatía: Esta causa viene por la falta de riego sanguíneo. El constante aumento de la glucosa en la sangre hace que los vasos sanguíneos que irrigan el pie se vayan estrechando, haciendo que el aporte de oxígeno y nutrientes que llegan a él sea insuficiente. Por ello, en las personas que son diabéticas existe una disminución de riego sanguíneo, y esto hace que sus lesiones se tarden más en cicatrizar y curar, por lo que tienen mucho más riesgo de que sufran complicaciones irreversibles.
Prevención del pie diabético
Para prevenir el pie diabético, si eres diabético, tan sólo con el correcto control de la diabetes podrás prevenirlo, o si ya has sido afectado, podrás retrasar y disminuir en gran porcentaje la aparición de sus lesiones. Para ello, tendrás que seguir los siguientes consejos:
– Controlar el nivel de azúcar en tu sangre
– Si eres fumador, es muy aconsejable que dejes de fumar inmediatamente, ya que el tabaco disminuye el flujo sanguíneo a tus pies.
– Revisar y cuidar tus pies todos los días, sobre todo si ya sabes que tienes afectación nerviosa o indicios de irrigación sanguínea.
Siempre que veamos algo fuera de lo común en nuestros pies, ponernos en contacto de inmediato con un especialista médico o un podólogo, son los que mejor nos podrán ayudar.
Por otra parte, si no eres diabético sigues siendo propenso a padecer el pie diabético, por lo que es muy recomendable que sigas los siguientes consejos, que te vendrán bien tanto para esta lesión como para cualquier otra que pueda afectar a tus pies:
– Inspeccionar a diario el estado de nuestros pies, para así buscar cualquier tipo de erosión, rasguño, herida, ulcera, ampolla y cualquier herida anormal.
– Lavar a diario nuestros pies y secarlos cuidadosamente, especialmente entre los dedos, que es donde se suelen quedar zonas húmedas que podrían producir lesiones con el tiempo.
– Intentar utilizar calcetines de tejidos naturales, como puede ser la lana y el algodón.
– Mirar siempre en el calzado que vayamos a ponernos si tiene cualquier tipo de deformidad u objeto dentro de él, por pequeño que sea, como una piedrecita. A más de uno de nosotros le ha pasado llevar una piedrecita dentro y le ha provocado a los minutos un pequeño roce o herida.
– Evitar los zapatos puntiagudos y las sandalias.
– Limar las uñas de forma recta después de lavarnos los pies.
– Evitar enclavamientos de los laterales de las uñas de nuestros pies. Este crecimiento provoca muchas heridas.
– Acudir al podólogo con bastante regularidad, nuestros pies son muy importantes.
– Estar vacunado del tétanos.
– Utilizar un calcetín y calzado a medida para nosotros.
– Dejar de fumar. El tabaco es muy perjudicial para los pies, ya que produce vasoconstricción.
¿Quiénes son el grupo de riesgo para padecer el pie diabético?
Bien, aunque todo el mundo puede padecer y ser paciente del pie diabético, es verdad que hay una población con muchísimo más riesgo, por eso si estás dentro del siguiente grupo, deberás prevenir y ponerte en contacto con un especialista sanitario si fuera necesario, para evitar en todo lo posible padecer la afectación.
Así pues, serán más propensos a padecerlo los pacientes con:
– Antecedentes de ulceración previa
– Neuropatía periférica
– Enfermedades vasculares isquémicas
– Retinopatía
– Nefropatía
– Antecedentes de excesos de alcohol
– Deformidades óseas
– Ancianos de más de 70 años de edad
Es importantísimo someterse a revisiones periódicas para ver la evolución del pie
Tratamiento y cuidado del pie diabético
Si por desgracia ya eres un paciente del pie diabético, te recomendamos seguir los siguientes consejos, estos ayudarán bastante a tu lesión, y al menos, aunque no puedan curarla, harán que crezca con rapidez y la frenará:
– Hacer un examen detallado de ambos pies a menudo, con inspecciones cuidadosas de los talones y los espacios interdigitales.
– Protegernos contra el daño que se asocia a la pérdida de sensibilidad causada por la lesión que tenemos en los nervios periféricos.
– Evitar el calzado o prendas ajustadas. Esto ayudará mucho a la circulación de sangre en nuestro pie.
– Comprobar a menudo el nivel de glucosa de nuestra sangre, para ver que se encuentran dentro de los límites.
– Ante cualquier cambio de color en la piel, cambio de temperatura significante o cualquier cosa anormal que veamos en nuestro pie, acudir inmediatamente a un podólogo.
– Nunca hacerse curas usted mismo si no ha sido educado para ello y conoce los conocimientos adecuados, podría ser peor el remedio que la enfermedad.
– Evitar caminar descalzo.
Se recomienda a los pacientes que desgraciadamente padecen diabetes, llevar un control minucioso de sus niveles de glucosa, ya que de no hacerlo podrían desarrollar el pie diabético. Aunque aun así, no hay que alarmarse, ya que no todas las personas que padecen diabetes llegarán a padecer el pie diabético a lo largo de su vida, tan sólo algunos enfrentarán esta complicación, dependiendo del control que se tenga sobre su enfermedad.
Como dato, aproximadamente la mitad de las amputaciones de miembros inferiores en el mundo se producen en pies diabéticos, siendo la diabetes la primera causa de amputaciones no traumáticas en los países desarrollados. Aún así, tan sólo el 15% de los pacientes que poseen diabetes desarrollarán una úlcera a lo largo de su vida, por lo que si eres diabético no tiene porqué producirse seguro, es muy posible que no te pase nada a lo largo de tu vida, así lo esperamos.
Hemos visto así una lesión de pie de las más fuertes que nos podemos encontrar, ya que a su lado una fascitis plantar o espolón son mucho más débiles y tienen un porcentaje de curación muchísimo más alto.
Desde aquí mandamos un fuerte abrazo a todos los que padezcan pie diabético, les animamos a que sigan luchando y a que se pongan bien, se puede! Hay que tener esperanza y luchar.